sábado, 6 de febrero de 2016

Estampas en sepia X- Madre patria

Estampas en sepia

Diego Salcedo Salcedo
"Zumbambico"

Para el concurso " Recuerdos de mi Pueblo"
de la Junta Regional de Cultura
del Valle del Cauca

Buga 1985


Madre Patria


Yo no se cómo hacía misiá Carmen Obonaga para aguantarse ese muchacherío que le llenaba la casa cuando había corrida. Misiá Carmen vivía en mi cuadra, en la acera de enfrente, antes de las Santacolomas, en una casa "de fachada" todavía sin repello y que tenía un solar grande donde armaban el ruedo con guaduas y tablones que conseguían los muchachos rebuscándose por todas partes.

Yo me embobaba viendo al Mono Saavedra y al menor de mis tíos haciendo banderillas adornadas con papel de seda que parecían auténticas, o inventando capotes de paseo con faldas estampadas que le robaban a Delfina del baúl de Madre Rita. Delfina siempre ponía el grito en el cielo al darse cuenta, pero ya no podía hacer nada porque para entonces el capotillo lucía sobre los hombros de Luis Carlos Martínez en pleno desfile de cuadrillas.

El toro lo hacían con cornamentas conseguidas en el matadero, como hice yo años después por imitarlos, y las manolas eran, ahora se me antoja que lo eran, Clementina Sanín y Fina Plaza, de mucho peinetón, y mantilla de encaje, y abanicos.


Muchachos jugando a torear. Foto Internet.


Además de banderillas, el Mono Saavedra improvisaba trajes de luces y monteras y pintaba los carteles copiando con crayolas y pastel dibujos de Ruano Llopis y Ximénez que venían en revistas mexicanas. Todavía pinta toros, conserva el talle juncal y camina con andares de "mataor" en paseíllo.

Eran sonadas esas corridas y hasta Bernardo Romero y Luis Mario y Jorge Julio, que vivían tan arriba, se venían hasta acá para verlas o echar un capotazo belmontino para alternar y descrestarnos.






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