La Catedral de San Pedro de Buga
Reseña Histórica ( 2)
Diego Salcedo Salcedo
Buga, Junio 29 de 1977
La Restauración
Sería largo contar lo que sufrió la Iglesia después de don Miguel. Baste decir que, cuando estaban de novios nuestros padres, la cerraron al culto para acentuar su vejez y abrir camino al proyecto de un templo seudogótico que la reemplazaría. Se salvó de milagro como se salvaron de milagro el púlpito de la Ermita, traído acá por el buen Tomás Quintero, y el cuadro de San Antonio, que fue de los Jesuítas y ahora despista a los entendidos porque su factura lo hace posible obra salida del taller de Murillo o de algún su aventajado discípulo.
Izq. El artista Dolcey Vergara y el Párroco de la Iglesia Parroquial, Pbro. Plinio Quintana, durante la restauración. Der. El equipo restaurador y el Párroco, el día que terminaron la obra. |
Un día resolvimos restaurarla con la ayuda de todos, don Modesto Cabal y Cayetano Delgado a la cabeza, y me tocó el encargo que lo encaré con más atrevimiento que sapiencia. A medias vueltas me dí cuenta de que la empresa era seria y tuve que meterme de narices en textos y en archivos y llamar en mi auxilio al arte de Dolcey Vergara porque los retablos empezaron a develar sus tesoros ocultos bajo el barniz y el yeso y me asaltó la angustia de no saber qué hacer, mientras me acicateaba el entusiasmo por salir adelante, Del retablo mayor se bajó un día Dolcey con un infarto que casi se lo lleva. Pero se levantó, a Dios gracias, y pudimos acabar lo comenzado, aunque a medias pues llegó a buena hora el primer Obispo de Buga y no estaban las cosas como para dilatar la consagración del Prelado por culpa nuestra y de la plata escasa. Con las carreras nadie se percató de que la nueva Catedral también debía ser consagrada porque no se encontró vestigio alguno ni referencia de que lo hubiera sido antes, y en ese punto estamos, preparándonos para la ceremonia durante la celebración de los primeros diez años de la Diócesis y llamando de nuevo a los que ayudan a ver si rematamos lo que falta, en este 29 de junio del año de 1977, Festividad de San Pedro y San Pablo.
Monseñor Julián Mendoza Guerreo, Primer Obispo de Buga y Diego Salcedo, muestran la Catedral al Nuncio Apostólico. |